Un chico introvertido
El caso de Luka Modric no es distinto. Llega a un equipo que ya es campeón. Tiene que encontrar su sitio en lo que Mourinho llama la familia. Esto nunca es fácil. Y más en los primeros días. Tampoco para el croata, que es un chico introvertido.
Tendrá mucho ganado si es capaz de aportar cosas y sumar lo más pronto posible. Parece que no ha tardado en dejar su carta de presentación. "Es un jugador que enseguida se le ve que tiene calidad y talento. Tiene un buen toque y control del balón. Este tío es un jugón", fueron algunas de las primeras impresiones que manifestaron sus nuevos compañeros, tras verle en su debut en los entrenamientos. Lo bueno siempre tiene sitio.
Los recelos
Luka Modric es un fichaje de Mourinho. No uno más. Es una apuesta personal, como en su día lo fueron Di María y Coentrao. Eso lo saben en el vestuario. ¿Quiere decir esto que el croata va a tener privilegios y le va a quitar el puesto a alguno que ya se siente titular? Es la duda, lógica por otra parte, que surge en el vestuario. Los recelos están ahí.
Luka Modric es un fichaje de Mourinho. No uno más. Es una apuesta personal, como en su día lo fueron Di María y Coentrao. Eso lo saben en el vestuario. ¿Quiere decir esto que el croata va a tener privilegios y le va a quitar el puesto a alguno que ya se siente titular? Es la duda, lógica por otra parte, que surge en el vestuario. Los recelos están ahí.
Mourinho lo presentó el lunes a la plantilla con, más o menos, estas palabras: "Aquí tenéis a un nuevo compañero que nos hará más fuertes y que viene ayudarnos".
Modric es consciente de que llega a una plantilla hecha, en la que hay estrellas y jugadores internacionales. Entrar en el once es más una hazaña que un reto. Y lo quiere conseguir dejando su sello. Mostrarse como un futbolista que tiene calidad para estar aquí.
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