Pero es el propio futbolista el que todavía no tiene nada decidido y está alargando la situación. La única realidad es que el Madrid quiere venderlo y que Kaká todavía está indeciso y no sabe donde plantarse el año que viene. El 15 de julio se acaban los vacaciones y al brasileño le quedan 18 días para tomar una decisión porque a Mourinho no le gustaría tenerlo en la plantilla a la vuelta. Lo ideal para el portugués sería sólo trabajar con los que realmente sí se van a quedar en el equipo durante la temporada.
Competitivo.
Una de las razones por las que Kaká tiene dudas de irse a China es porque allí la Liga no tiene la fuerza que en Italia o incluso Francia y sus posibilidades de jugar el Mundial de Brasil en 2014 se minimizarían. Menezes le dijo que sólo contaría con él si era regular en su juego y si estaba en una Liga de primer nivel. El Guangzhou está a la espera de la respuesta de Kaká, pero el brasileño, por el momento, mantiene la boca cerrada.
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