Locura en París por Benzema

Karim Benzema se confirma como la gran esperanza del fútbol francés. El jugador del Real Madrid desató la locura en los Campos Elíseos. Unas 300 personas se agolpaban en la tienda de Adidas, que presentaba el nuevo acuerdo con el jugador hasta, al menos, el Mundial de 2018. Benzema se convierte con este contrato en el nuevo icono del fútbol galo y uno de los más importantes a nivel mundial, sólo superado por Leo Messi.

Una reproducción a gran escala del futbolista con la camiseta del Real Madrid ocupaba la fachada de la calle parisina. Al otro lado de las vallas, cientos de seguidores quisieron ver de cerca a Karim, su gran esperanza para retomar el camino de los triunfos en una selección puesta en duda desde su fracaso en el pasado Mundial de Sudáfrica.

Benzema lidera la generación del 87, campeona de Europa sub 17 en 2004 y que por fin se reencuentra en la absoluta después de que Laurant Blanc haya recuperado al último díscolo, Ben Arfa. Junto a Nasri, Ménez o el propio Karim, y protegidos por el grupo de veteranos que lidera Ribéry, los jugones de Francia intentarán dar un nuevo sello a Les Bleus, perdido desde la marcha de la quinta de Zidane, campeona de Europa y del Mundo.

Como un jefe de Estado
Benzema tuvo que ser protegido por cinco guardaespaldas a su salida a la puerta de la tienda de Adidas. "Karim, tráenos la Euro", era el grito de un grupo de jóvenes que hacía cola para poder llevarse la camiseta del delantero firmada.

Y es que el boom de Benzema en Francia se ha desencadenado sin duda a raíz de su excelente temporada en el Madrid. Las marcas galas empiezan a ver al madridista como su mejor embajador fuera de sus fronteras. En el campo, el líder que falta desde la marcha de Zidane y fuera de él un futbolista que acabe con la dudosa imagen del futbolista francés, muy dañada desde el motín a Domenech en Sudáfrica.

El Madrid de Mou le ha dado la proyección a Karim que le faltaba en Lyon, donde tocó techo después de ganar la Liga, la Copa de Francia y ser el máximo goleador del campeonato. Pero Karim necesitaba salir de casa para crecer. Tras dos años de dudas, su tercero le ha confirmado como uno de los mejores delanteros del mundo.

Sus números este año han sido aplaudidos por todos. París, de hecho, vestía a Benzema de blanco sobre la fachada de su emblemática avenida, consciente del tirón y la admiración que el Madrid genera entre los aficionados franceses.

Benzema sabe que tiene una responsabilidad añadida, aunque no quiere que caiga todo el peso sobre él. "Sé que la gente espera mucho de mí, espero no defraudar. Voy a dar el máximo".