martes, 27 de marzo de 2012

El Real Madrid ante el sueño de Cenicienta

El poder del Madrid ante el sueño de CenicientaEl botín es considerable, la gloria escasa. El Real Madrid se estrena en cuartos de la Champions contra el APOEL chipriota (62º equipo del ranking UEFA), un club sin prestigio internacional nacido en una lejana isla de un millón de habitantes, más cerca de Beirut que de Atenas. Veintidós mil de esos ciudadanos (algunos de los más ruidosos) se reunirán en el estadio GSP (Asociación Gimnástica Pancipriana) con la intención de dar continuidad a un milagro que comenzó el 13 de julio, cuando su equipo entró en la segunda ronda de clasificación de la Champions. Desde entonces, el nivel de sus adversarios ha ido creciendo al mismo ritmo que la ilusión de los aficionados: Skënderbeu, Slovan, Wisla, Shakhtar, Oporto, Zenit y, ya en octavos, Olympique de Lyon. Todos ellos han mordido el polvo que esta noche pisará el Madrid.
Sin embargo, ni la mayor hazaña del fútbol chipriota está en condiciones de asustar al nueve veces campeón de Europa. El APOEL (Athletic Fútbol Club de los griegos de Nicosia) nunca ha ganado a un equipo español (cinco empates, cinco derrotas) y su reino se limita a su pequeño mundo, donde ha conquistado 21 Ligas que tienen reflejo en las dos estrellas que adornan su escudo (una por cada decena), pintado de amarillo y azul por ser los colores de Bizancio y Grecia.
Su estadística en lo que va de Champions dice mucho de sus costumbres: el APOEL es el cuartofinalista con menos goles a favor (7 por 24 del Madrid) y con menos tiros a puerta (21 por 70). Sólo supera a los demás en tarjetas amarillas recibidas: 26. Es decir, poco ataque y mucha presión; juntas las líneas y pegaditas al público.
Para el Real Madrid la cuestión es cómo gestionar tanta ventaja. Si el equipo no supo ver al CSKA como un rival motivante, el riesgo es que también le cueste excitarse contra un animoso rival chipriota. La otra duda es cómo afectará al grupo su estado de extrema susceptibilidad. O cómo reaccionará Cristiano ante unos ultras a los que tildó de "anormales" en su última visita con Portugal (no pararon de gritarle "¡Messi, Messi, Messi!").
Concentrados en la pizarra, todo indica que la ausencia de Xabi será cubierta por Granero, que formará con Khedira en el pivote. No muy lejos de ellos parece inevitable la entrada de Coentrao, al que el técnico perdona todo, desde la mala fortuna que le acompaña hasta los buenos ducados que costó.

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